domingo, 22 de noviembre de 2009

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

La participación del indígena y del mestizo en la revolución ha sido ampliamente documentada, más no así en el caso del negro y ésta debe ser documentada para tener registro de su participación en el desarrollo de las regiones en donde se asentaron, así podremos describir la vida cultural y material de los Afro mestizos.

En lo que a Chacalapa se refiere los pobladores tienen su propia versión acerca de quienes llegaron a la hacienda y fundaron el pueblo alrededor de esta:

….“Me platicaron, una tía, que unos españoles que se llamaron los hermanos Vertinice tenían una hacienda de ganado y criaban ganado y aquí no había nadie no había gente en esos tiempos y ya por esa hacienda empezaron a llegar gente y creemos que los Rueda fueron los primeros que llegaron, los Rueda la Familia Rueda y ya de ahí fueron llegando otras familias…Y así fueron trayendo mujeres de otros lugares porque aquí era una sola familia, vinieron de Jáltipan,de Cosamaloapan y de Pajapan, los Huervo por ejemplo son de Tlacotalpan y fueron de los primeros junto con los Rueda y los Morales, ya después llegaron los Patraca “.

..“Mi abuelita Matea Rueda venia de Cuba ella era negrita con el pelo grifito, mi abuelo era blanco parecía español, mi abuelita venia de esas tierras, creo que se llama Cuba”.

..“Ya después de la conquista empezaron a venir esclavos negros, el origen de Chacalapa fue de los Patraca de gente negra igual que los Rueda de gente que trajeron los españoles, ya después les dieron su libertad y se quedaron a vivir aquí. El origen de esos negros eran Jamaiquinos, que venían de diferentes lados africanos, también o sea dicen que cuando se acabo la esclavitud los soltaron y se vinieron muchos para acá, una parte de esos fundadores era Matea Rueda a esa negra nada mas le brillaban los dientes”.

A través de estos testimonios y de los siguientes nos podemos dar cuenta de que la importancia de la fundación de Chacalapa radica en que los primeros pobladores fueron negros no importando definir de qué lugar vinieron. Se reconoce a Matea Rueda como su origen.

…“Yo conocí en Chacalapa a una mujer que se llamaba Juana Zamora, era una señora negra, negra con ganas y solo tenía blancos los ojos y la dentadura aunque era viejecita su dentadura era muy blanca, esa señora se nos decía, por era vecina de nosotros, que estaba herrada era por el tiempo que se compraban y se vendían como esclavos, si la conocimos ya grande y así sabemos que Chacalapa desciende de gente negra, ella era Hawaiana, según se nos decía que ella llego a Coscapa, estuvo en Coscapa, Coscapa era un ingenio a la altura de Chacalapa rumbo a Ateponta entonces ahí estuvo esa señora en el ingenio a trabajar pero allá llego con libertad a los negros se sufría mucho por que no estaban acostumbrados a ser libres y ahí había mucho trabajo y les daban la comida pero los hacían trabajar demasiadamente”. (Zeferino Huervo, 1997).

…“Matea fue negra, de las primeras fundadoras, morena grandota descendiente de jamaiquinos. Por acá por el estado de Tabasco por ahí emigro, huyendo ya que quería su libertad. Aquí hubo de todo, negros, morenos, mestizos, aquí se dio la mezcla. Soteapan data de mas años atrás, ahí hubo hasta virreyes. Aquí era muy poquita gente nada más para trabajar, el negro era más fuerte, siempre el español trajo al negro africano.”

En la memoria histórica de los Afromestizos de Chacalapa existe la referencia al movimiento de 1906, haciendo la advertencia de que no existe suficiente registro de la participación de Chacalapa en el movimiento, sin embargo en la tradición oral está aún vigente, es por esto que vamos a incluir en el proceso histórico de Chacalapa lo referente a la tradición oral, es decir, lo que la gente cuenta acerca de su participación.

El estado de Veracruz fue de los más afectados ya que con el pretexto de reparto agrario las comunidades fueron despojadas de sus tierras durante los gobiernos porfiristas de Juan de la Luz Enríquez (1885-1891), Teodoro A. Dehesa (1892-1911). La preocupación por convertir la propiedad comunal en propiedad individual no era nueva en el estado, desde que Antonio López de Santa Anna fuera gobernador manifestó dicha inquietud.

Posteriormente tanto en la república centralista como en las federalistas el tema de terminar con la propiedad comunal se repitió con frecuencia; aún así este proceso cristalizó de manera definitiva con las leyes de la reforma de cuyos efectos fue la destrucción de la propiedad comunal de los pueblos indígenas ya que no únicamente se pretendía terminar con los terrenos comunales sino con todo tipo de propiedad que se apropiaran de los ayuntamientos como corporación. Otorgaba un apoyo exclusivo e indiscriminado a la propiedad privada por lo que directamente se propició la expansión de los latifundios y dio pie a los hacendados o a compañías nacionales o extranjeras para acaparar los terrenos de los pueblos.

Tales motivos tuvieron como consecuencia protestas en las comunidades de todo el estado y surgieron diversos levantamientos armados con el fin de evitar el despojo de sus tierras sobretodo en la región de Papantla, al norte del estado del estado y en la sierra de Soteapan, en el cantón de Acayucan, mismos que fueron sofocados violentamente en poco tiempo.

El movimiento de 1906 en el sur de Veracruz tiene sus antecedentes años atrás, siendo los más inmediatos en 1826 año en que se declara una ley estatal que impone la parcelación de las tierras comunales y para 1882 únicamente seis pueblos habían aplicado y el 17 de julio de 1989 se publica una ley federal en la que se les exige a los gobiernos locales vender sus tierras comunales y le otorgan a las comunidades un plazo de dos años para fraccionar sus propiedades.

Hay identidades regionales que recuerdan sus orígenes negros pero no se reducen a ellos, como los jarochos, los guaches de Tierra Caliente, y los mascogos de Coahuila. Pero no son categorías funcionales, que integren a estos grupos a los censos, por ejemplo, mejor dicho, son identidades regionales abiertas. No hay un censo de jarochos, como sí lo hay de popolucas o nahuas .

Los grupos de activistas que luchan por los derechos indígenas, sólo en algunas regiones incluyen a los negros o afromestizos, como en la Costa Chica de Guerrero y Oaxaca. Aunque en Oaxaca legalmente se les incluye junto a los grupos étnicos, la definición de los afromestizos como grupo es un problema. Los indicadores clásicos aplicados a los grupos indígenas como la lengua, la vestimenta, la organización tradicional, etc., no son aplicables a los afromestizos, por ello es difícil establecer si hablamos de grupos o comunidades, y por tanto, tampoco podemos hablar de sus fronteras. Por ello el enfoque etnográfico para estudiar a los afromestizos todavía presenta algunas debilidades teóricas y metodológicas, pues la antropología mexicana se ha centrado básicamente en el estudio de los grupos indígenas.
Los estudios históricos no tienen ese problema. Durante la Colonia hubo leyes que incluían a los afromestizos y regulaban sus relaciones con los indios y los españoles, que limitaban sus espacios o labores y que los reconocían como grupo. Aún más, en la costa del Golfo su situación era especial. Los negros y mulatos eran eficaces como vigías de posibles incursiones piratas, como milicianos que reprimían las rebeliones indígenas y de los cimarrones, como correos, etc. Por ello se les daba un estatus especial. Carecían de territorio pero había una territorialidad, es decir una apropiación vivencial del espacio, y además se les otorgaban privilegios o derechos especiales de los que carecían en otras regiones. Todo ello les dio una identidad, y en varias ocasiones los vamos a encontrar actuando como grupo, reconociéndose como pardos y morenos libres.

En la actualidad los pueblos del sur de Veracruz difícilmente se reconocen como negros o afromestizos. Ser afromestizo es algo ajeno, desde la palabra misma. Más bien se trata de escapar del estigma (negación: “negros son los otros, los vecinos”), o ignorarlo (elusión: “aquí no hay negros”). Pocos son lo que reivindican ser afromestizos, y eso dentro del contexto actual de la reactivación del son jarocho.
Sólo Chacalapa, como comunidad, ha reivindicado recientemente su pasado negro (que es diferente de su negro pasado). Pero esta reivindicación tiene como eje al son jarocho y en ella han jugado un papel importante los antropólogos, historiadores y promotores culturales. La fiesta patronal de Chacalapa se ha convertido en los últimos 10 años en un evento “negro” internacional donde cada 24 de junio es posible encontrar medio centenar de periodistas, músicos y estudiosos de una decena de nacionalidades, así como a grupos de jaraneros de todo el país.
Aún así, muchos “chacalapeños” insisten en que hay que “mejorar la raza” y buscan que sus hijas se casen con “blanquitos”, o comparan: “sí, somos negros, pero los de la Sierra, esos sí están jodidos porque son indios”. Fuera de un tiempo y espacio, la identidad negra no les reporta beneficio alguno. No están reconocidos como grupo étnico, no les da ventajas (como becas, de las que sí gozan los indígenas, por ser indígenas), ni hay un reconocimiento en la región a los negros. En esta nueva reconfiguración de su identidad recuerdan y rescatan antiguos versos jarochos que aluden a su “negritud”:

Chacalapa es el arroyo
Lo digo con mucho empeño
Por aquí pasó un mijeño
Diciendo que era su tata
Un negro chacalapeños.
O éste, que supuestamente hace alusión a los fundadores del pueblo:
Dos colonias de extranjeros
Vienen de Santa Lucía,
Chacalapa es buen potrero,
Y en el ponche de mi tía
Quieren hacer soltadero.


El son jarocho es uno de los elementos más importantes en la vida social y cultural del sur de Veracruz, incluyendo obviamente al pueblo de Chacalapa; el son surge en la época colonial como resultado de la convivencia entre negros, españoles e indígenas.

Y en el caso de Chacalapa aún sigue vivo.

INTRODUCCIÓN

La indagación que a continuación presento, ofrece una breve información acerca de los principales “saberes” y conocimientos, según personas primordiales de la comunidad de Chacalapa, y las cuales forman parte medular de ésta. Incluí en esta investigación qué organizaciones trabajan en y para la comunidad; particularizando en el Centro de Salud Popular, debido a que ésta me inquietó al saber que las personas que trabajan en este grupo se dedican al quehacer comunitario.

Por otra parte, me resulta interesante agregar en este contexto de acercamiento a la región, cuáles son las tradiciones y costumbres de mayor relevancia para la población. En una primera parte del trabajo, hare mención de cuáles fueron las características que originaron la fundación del pueblo, así como también el origen de la mezcla afromestiza aún predominante en Chacalapa.

Como parte complementaria de esta investigación, se encontrara en los anexos de la misma, entrevistas realizadas a los actores que articulan con mayor periodicidad en la comunidad, fotografías de las principales organizaciones del pueblo, comentarios de algunas personas que han vivido desde años atrás en la población, así como una breve reflexión aportada por una servidora.

En suma, brindo mediante esta indagación, la experiencia que viví, al realizar un acercamiento profundo hacia la comunidad afromestiza de la región sur del estado de Veracruz: Chacalapa.